Desde hace semanas nuestra ciudad se viste de fiesta para recibir la época del año en la que todos tenemos ese espíritu de emoción, de alegría y felicidad. Como hasta el martes no terminaron las clases, parecía que nunca llegaría, pero ahora ya estamos inmersos en pleno ambiente navideño.
La Navidad hace que todos tengamos ganas de ser mejores personas y más solidarios con los demás, pero esos sentimientos deberíamos tenerlos presentes todos los demás meses del año. También hay quienes prefieren que estos días pasen pronto porque les invaden sentimientos de nostalgia o simplemente no les gusta la “falsedad” que la mayoría saca a relucir en Navidad; pero seguro que para los que disfrutamos de vacaciones en esta época, el tener tiempo libre para nosotros nos hace valorarla, al menos, desde ese aspecto.
Como viene siendo habitual, Madrid se alumbra cada año con miles de luces espectaculares para vestir a la ciudad de gala; independientemente del gasto que supone para los ciudadanos adecuar a las fiestas nuestras calles. Personalmente creo que ese dinero se podría invertir en ayudar a los más desfavorecidos, pero parece ser que las lucecitas quedan mejor y hace ilusión a más gente.
Entre esta iluminación de gala destaca la de la Gran Vía, que en 2010 celebra su centenario y es por ello por la que sus luces homenajean al primer eje comercial y de ocio nocturno del siglo XX, un espacio de luz artificial, con motivos que reflejan un skyline imaginario de rascacielos en plena metrópoli.
En total, 7,4 millones de bombillas y unos 170 espacios públicos adaptarán su apariencia a la fiesta navideña para la que además, se garantiza que dicha decoración supondrá un bajo coste en electricidad; sin embargo, montar todo ese gran decorado seguro que no es barato precisamente.
De todas formas… ¡Felices Fiestas!
Todos los derechos de esta imagen pertenecen a la Web http://guias-viajar.com, de donde ha sido obtenida.
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