Tal y como afirma ELPAÍS.com en su sección Madrid, "La nevada que estaba prevista para las siete de la mañana de hoy se ha retrasado unas dos horas y media".
Durante el fin de semana, había escuchado que la previsión para este lunes 15 de febrero nos adelantaba nieve en la capital desde temprana hora de la mañana. La de hoy es la cuarta nevada que ya hemos presenciado en este invierno, por lo que los servicios de quitanieves y todos los demás ciudadanos estábamos avisados y preparados para afrontar este temporal.
Sin embargo, el hecho de levantarme a las nueve, mirar por la ventana y ver que no estaba nevando y que ni siquiera llovía me ha llevado a pensar que los servicios de previsión meteorólogica se habían equivocado y que hoy sería un día nublado como otro cualquiera, sin nada de particular.
Hoy tenía que estar en la facultad a las diez de la mañana porque teníamos cámaras reservadas para grabar el spot que nos piden en una asignatura de Comunicación. Me he levantado un poco tarde y por eso he tenido que correr en el camino desde mi casa al tren para poder llegar a tiempo. Pero en mitad de mi carrera ha comenzado a nevar muy rápidamente, me caían los copos por encima y caían tan fuertes como si después se fueran a convertir en granizos. En esos momentos la ilusión de las posibles falsas previsiones que tuve al despertarme se desvanecieron.
Cuando a las diez y diez he llegado a la universidad, en Vicálvaro, todo el suelo estaba cubierto por un manto blanco impoluto que se ha ido haciendo más espeso a medida que grabábamos nuestro spot. Cada vez nevaba más y más deprisa, era una estampa preciosa, pero al ser ya la cuarta nevada era inevitable el comentario que seguramente muchos se estaban haciendo en ese momento en sus cabezas: Nieve: ¿otra vez?; Cuando algo bonito ocurre repetidas veces pierde, en parte, su belleza.
A la una y media de la tarde dejamos de grabar y emprendí el camino de vuelta a mi casa para comer. Cuando llegué a Arganda, donde vivo, me volví a sorprender: la nieve había dejado de caer en forma de nieve y ahora estaba lloviendo levemente, por lo que todo el manto blanco del suelo estaba empezando a derretirse, de tal forma, que cuando volví a coger el tren para ir de nuevo a la facultad (esta vez a clase) sólo se veía agua y hielo en el suelo; la nieve casi había desaparecido por completo.
Esto ha sido bueno para las vías principales de comunicación, puesto que si los ciudadanos no estaban preparados para deshacer la nieve y continuar con el día a día sin sobresaltos, la lluvia ha ayudado a que no hubiera ningún incidente grave registrado por el temporal, al menos hasta el momento. Sin embargo, sigue haciendo mucho frío y ya a esta hora (son casi las seis y media) nos hemos quedado sin ver paisajes tan bonitos como éste...
Para terminar, resumiré mi día en dos sorpresas: una buena -al principio sólo había nubes- y una mala -después de haber nevado, ya no había ni rastro de la belleza blanca que estaba prevista para hoy-.
Las consecuencias del temporal en cada minuto del día y varias opiniones sobre la nieve podréis conocerlas pinchando aquí.
Esta imagen ha sido obtenida en la página que.es
15 de febrero de 2010
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